Capsulas Vacias 100 Millares #0 Transparente (otros)
Precio regular
$ 12,149.00
Precio de venta
$ 12,149.00
Precio regular
Precio unitario
Capsulas Vacias 100 Millares #0 Transparente (otros)
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DESCRIPCIÓN
1 Caja con 100 millares de Cápsulas transparente #0
Materiales: Gelatina, principalmente de hueso y piel de bovino.
Función: Utilizada en medicamentos sólidos para cubrir el mal sabor; desintegración y liberación de medicamentos en el estómago.
Ventajas: Bajo costo, buena estabilidad y alta eficiencia de producción; actualmente es la cápsula más utilizada.
Utilización
La cápsula, o cápsula dura, es una término fármaco (o farmacéutico) utilizado cuando el medicamento (o toda otra sustancia a administrar por vía oral) que ella contiene, tiene un olor fuerte o un gusto desagradable que preferimos ocultar. La utilizamos también cuando el medicamento no posee una textura fácil de convertir en forma de comprimido.
En principio, el producto activo está en forma de polvo seco ya que la gelatina se desintegra al contacto con el agua; podemos colocar líquidos en las cápsulas pero acompañados de un sustrato absolvente (por ejemplo aerosol) o justo antes de tragar la cápsula (éste es el caso para los aceites esenciales).
Sin embargo las cápsulas pueden llenarse con líquidos aceitosos pero solamente en medios industriales. Podemos incluso « ocultar » un producto en forma de comprimido o de cápsulas más pequeñas, por ejemplo para pruebas clínicas (la llamada “Doble Ciego”) Cápsulas tratadas especialmente « gastro-resistentes » o «entéricas” pueden evitar que una sustancia no sea inactivada por la acidez del estómago o permitir una liberación retardada en los intestinos.
La cápsula es sobre todo una forma de envase fácil de realizar, con un material barato, de ahí su éxito en hospitales, en las farmacias y hasta en las casas, haciendo ellos mismos sus mezclas de plantas. Gracias a las numerosas combinaciones de colores que ella permite y a la posibilidad de imprimir logos y números de referencia, la cápsula permite personalizar a voluntad un medicamento o un complemento alimentario, con fines de marketing, por ejemplo. Esta personalización es también útil en los centros de toxicología para reconocer un producto después de una intoxicación.
Estructura
La cápsula está constituida de dos partes ensambladas, la « cabeza » y el « cuerpo »: El cuerpo es más largo y un poco menos ancho que la cabeza. Es el cuerpo lo que llenamos de polvo y es, por tanto, el volumen del cuerpo quien determina el volumen útil de llenado.
Composición
La cápsula clásica está constituida de gelatina de res o de cerdo (esta gelatina se obtiene por hidrólisis parcial del colágeno de los huesos o de la piel); la gelatina puede complementarse con productos apacificantes (por ejemplo dióxido de titanio) y colorantes. También puede dejarse simplemente transparente.
Existen también cápsulas vegetales a base de celulosa (hidroxipropilmetilcelulosa, o « HPMC », o incluso« Hipromelosa ») que han tenido cierto éxito luego de la epidemia de la « vaca loca » o « EEB ». Tenga en cuenta que las cápsulas de gelatina convencionales están consideradas y garantizadas como libres de riesgos asociados a esta enfermedad. Las cápsulas vegetales continúan siendo preferidas por los productos « orgánicos ».
Por último, encontramos raramente cápsulas en gelatina de pescado.
Dimensiones
Para las cápsulas corrientes, los diferentes tamaños van desde « 000 » (la más grande) hasta 5 (la más pequeña).
Métodos de llenados
Podemos llenar las cápsulas a la mano pero es engorroso y la regularidad del llenado o uniformidad de las dosis es muy aleatoria.
Por tanto existen máquinas más y menos perfeccionadas, desde las pequeñas encapsuladoras plásticas para uso ocasional hasta las encapsuladoras rotativas automatizadas utilizadas en la industria.
La encapsuladora clásica utilizada en Farmacia, de una capacidad de 100 cápsulas fabricadas simultáneamente, por ejemplo, dispone de un « cargador » o orientadora que permite orientar todas las cápsulas con la cabeza hacia arriba de una vez y ubicarlas sobre un segundo equipo, el « encapsulador ». Este está compuesto por diversas placas agujereadas, que permiten el bloqueo sucesivo de los cuerpos de las cápsulas, después la extracción de las cabezas de manera que el cuerpo quede expuesto en la posición correcta para ser llenado del polvo, después se colocan las cabezas presillándolas con el cuerpo.
Materiales: Gelatina, principalmente de hueso y piel de bovino.
Función: Utilizada en medicamentos sólidos para cubrir el mal sabor; desintegración y liberación de medicamentos en el estómago.
Ventajas: Bajo costo, buena estabilidad y alta eficiencia de producción; actualmente es la cápsula más utilizada.
Utilización
La cápsula, o cápsula dura, es una término fármaco (o farmacéutico) utilizado cuando el medicamento (o toda otra sustancia a administrar por vía oral) que ella contiene, tiene un olor fuerte o un gusto desagradable que preferimos ocultar. La utilizamos también cuando el medicamento no posee una textura fácil de convertir en forma de comprimido.
En principio, el producto activo está en forma de polvo seco ya que la gelatina se desintegra al contacto con el agua; podemos colocar líquidos en las cápsulas pero acompañados de un sustrato absolvente (por ejemplo aerosol) o justo antes de tragar la cápsula (éste es el caso para los aceites esenciales).
Sin embargo las cápsulas pueden llenarse con líquidos aceitosos pero solamente en medios industriales. Podemos incluso « ocultar » un producto en forma de comprimido o de cápsulas más pequeñas, por ejemplo para pruebas clínicas (la llamada “Doble Ciego”) Cápsulas tratadas especialmente « gastro-resistentes » o «entéricas” pueden evitar que una sustancia no sea inactivada por la acidez del estómago o permitir una liberación retardada en los intestinos.
La cápsula es sobre todo una forma de envase fácil de realizar, con un material barato, de ahí su éxito en hospitales, en las farmacias y hasta en las casas, haciendo ellos mismos sus mezclas de plantas. Gracias a las numerosas combinaciones de colores que ella permite y a la posibilidad de imprimir logos y números de referencia, la cápsula permite personalizar a voluntad un medicamento o un complemento alimentario, con fines de marketing, por ejemplo. Esta personalización es también útil en los centros de toxicología para reconocer un producto después de una intoxicación.
Estructura
La cápsula está constituida de dos partes ensambladas, la « cabeza » y el « cuerpo »: El cuerpo es más largo y un poco menos ancho que la cabeza. Es el cuerpo lo que llenamos de polvo y es, por tanto, el volumen del cuerpo quien determina el volumen útil de llenado.
Composición
La cápsula clásica está constituida de gelatina de res o de cerdo (esta gelatina se obtiene por hidrólisis parcial del colágeno de los huesos o de la piel); la gelatina puede complementarse con productos apacificantes (por ejemplo dióxido de titanio) y colorantes. También puede dejarse simplemente transparente.
Existen también cápsulas vegetales a base de celulosa (hidroxipropilmetilcelulosa, o « HPMC », o incluso« Hipromelosa ») que han tenido cierto éxito luego de la epidemia de la « vaca loca » o « EEB ». Tenga en cuenta que las cápsulas de gelatina convencionales están consideradas y garantizadas como libres de riesgos asociados a esta enfermedad. Las cápsulas vegetales continúan siendo preferidas por los productos « orgánicos ».
Por último, encontramos raramente cápsulas en gelatina de pescado.
Dimensiones
Para las cápsulas corrientes, los diferentes tamaños van desde « 000 » (la más grande) hasta 5 (la más pequeña).
Métodos de llenados
Podemos llenar las cápsulas a la mano pero es engorroso y la regularidad del llenado o uniformidad de las dosis es muy aleatoria.
Por tanto existen máquinas más y menos perfeccionadas, desde las pequeñas encapsuladoras plásticas para uso ocasional hasta las encapsuladoras rotativas automatizadas utilizadas en la industria.
La encapsuladora clásica utilizada en Farmacia, de una capacidad de 100 cápsulas fabricadas simultáneamente, por ejemplo, dispone de un « cargador » o orientadora que permite orientar todas las cápsulas con la cabeza hacia arriba de una vez y ubicarlas sobre un segundo equipo, el « encapsulador ». Este está compuesto por diversas placas agujereadas, que permiten el bloqueo sucesivo de los cuerpos de las cápsulas, después la extracción de las cabezas de manera que el cuerpo quede expuesto en la posición correcta para ser llenado del polvo, después se colocan las cabezas presillándolas con el cuerpo.
